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Ahora surge,
cual fuese semblanza retenida,
toda la lava ardiente
alumbrada
desde la infancia dorada
de cuentos y novelas,
hasta la Torre de Babel
que erigieron
innumerables lecturas posteriores.
Es el torrente versátil 
que fluyó poderoso:
sin plantear limitaciones
ni barreras.
Desbordando cauces,
si la riada así pedía 
y dejando huellas, ciertas,
allí donde pasaba.
Ese palpitar inacabable
de palabras
hallaba en “la Heroica “ de Beethoven 
las notas y el tempo divino
que las llevaron 
hasta el sortilegio de la Poesía.
Verso libre,
jamás encorsetado
por rimas, dimas o diretes.
Abrieron sendas,
saltaron muros,
dejando sean los vientos
los únicos vigías:
para saber llegar
hasta la mar …. que espera.
Escuadra de bellas carabelas.
Emergentes, alineadas,
henchidas las velas
y el timón siempre dispuesto
a todos los rumbos
y virajes.
Orientadas a corrientes y mareas:
asechando abordaje a poemas
que navegan trazando 
protocolos de luz.
Carabelas , de antiguo, 
enjoyadas de espumas
refractadas por todas las estrellas
hacia la Eternidad !

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