En ésta hora triste
que invita al pensamiento
a levar anclas en busca de otro puerto
en donde recalar,
el mió ya cansado
cansado de invocarte
se prepara a zarpar.
Se irá lejos, muy lejos,
quizás a otros mundos
fantásticos y extraños
y en ellos anclará.
Más el recuerdo tuyo,
recuerdo tan querido
sutíl le seguirá!
Quito /Dic.1956