Una hoja vacía
que llega, de donde?
Abajo en una esquina
escrito está Tu Nombre.
Y es una sacudida
que trasciende la mente,
miríadas de vivencias
atadas a Tu Nombre.
Los días y las noches
peregrinan rituales
delante de mis ojos.
Y la chistera mágica
propiedad de la luna
que saca, una a una:
las letras de Tu Nombre.
Volverse hacia la arena
es encontrar Tu Nombre
y el clamor de las olas
por todas mis ausencias!
Y si no fueran poco
aún quedan mis silencios,
que sin justificarse
ahondan en el Tiempo.
El Tiempo que se tuerce,
se aleja, me abandona.
Solo queda en el viento
el eco de Tu Nombre.
Como vana disculpa,
tardía e incompleta,
intentó abrazarme
al rastro de Tu Nombre.
Y entonces se produce
la redención buscada:
procedo a arrodillarme
para adorar Tu Nombre!