Inspirarse en la mar?
No hace falta!
Las Musas han vuelto
nuevamente.
Respetuosas, sigilosas,
como ausentes:
pero plenas en su sabiduría!
Conocen que una pluma
las espera, anhelante,
en algún resquicio
de la mente.
Traen un poema escondido
que se quedó esperando:
su momento.
Y ahora encuentra la batuta
que marque su tempo:
largo sostenido.
No calle el Arpa
ni enmudezca La Lira,
que Las Letras se hermanan
con La Música.
Notas, tonos, compases
se prolongan, unánimes,
en tiempo y espacio.
Poder escucharlos
una y mil veces
como a mi reloj, antiguo,
de bolsillo,
recogiendo retazos de la vida:
sus sombras, sus luces y su brillo.
Hay que defender esos latidos
con un movimiento lento y sostenido
frente a los desafueros del Destino.
Que solo exhala despedidas
y pretende, acabemos, como todo:
en los brazos remotos del Olvido…