Recorro la playa
con paso inseguro
que, a todos mis años:
responde obligado.
Ya no hay competencias
de quién hace cuanto,
de quién tiene el récord
de andar hasta el muro.
Pero aún, muy débil,
queda algo de vista
y logra decirme
que algo no cambia.
Desfilan los senos
arriba y abajo
jactándose todos
de su liderazgo!
La verdad encajan
con gustos variados:
en puntas, redondos
y algunos centrados.
Una mar de tetas
la playa engalanan,
para fiel deleite
de los veraneantes.
En tanto, una voz
profunda,antiquísima,
de los Nerdentales
y los Homo Sapiens
remacha insistente:
no hagas caso omiso,
Santiago, convéncete:
"sin tetas no hay paraíso"!