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Vierten  las gotas y profundas hienden
la misma intimidad del alma mía:
caen las hojas.                    
Viento en el campo de mis ilusiones,
mece el espacio la agonía lenta:
mueren las hojas.
Cruzo la senda  de verdor tan falta
entre hojarasca de colores tristes:
crujen mis pasos.
Mírame el Cielo, doloroso todo,
acéchanme las ramas incompletas:
canción de Otoño.

Clemson, Sept. 27, 1960.

 

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