Saltar al contenido

Rosalía zarina
del arte más sonoro,
tus manos: un tesoro
me atan el corazón.

En tu guitarra
dejo mis versos más sentidos,
arpegios y latidos
de fino diapasón.

Tu canto acrisolado
me sigue hasta España,
su eco me acompaña
haciéndome soñar.

El sueño venturoso
de aquellas madrugadas,
de tantas alboradas
teñidas por tu voz.

Mientras sigues cantando
evoco mis presencias
y añoro las esencias
de tu hermoso Perú.

Lima 1980

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *