Saltar al contenido

Poema para Orquesta

“Tempo Lentísimo“

que no discurran

las horas, los días,

las semanas.

Que se queden

vibrando entre

violas, chelos y violines.

Quieto el atril,

perdida la batuta,

serenidad sinfónica.

Oh prodigio:

las cuerdas acarician

unas notas inmóviles.

La Existencia se detiene.

No pasa, se queda.

Repite con un ”Do sostenido”

Dadnos un Bis

Orquesta de la Vida!

Vuelva la infancia,

tempo

“allegro molto vivace”.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *