Muñeca de trapo
fabricada en un cuento,
persigues una estrella
que no alcanzas jamás.
Se escapa el momento
en que vas a tomarla
pero vuelve a formarse
cuando miras atrás.
Semejas un cometa
que va y que viene,
mientras sigues errante
buscando algún final.
Acaso antes del alba
o después del crepúsculo,
tendrás cualquier descanso
que parezca mortal.
Porque inmortal, Tu eres,
como todos los seres
que salen de las páginas
henchidas de emoción.
Lecturas que se afanan
desde tiempos ignotos
en dejar en los niños
reclamos de ilusión.
Y por eso Tú sigues
avizorando estrellas
que discurren los cielos
por una eternidad.
Te acompañan los niños,
que ellos nunca se cansan
y sueñan imposibles
con gran facilidad!