Málaga pregonera,
luna de los poetas,
centinela del alma,
abres tus brazos tersos
a mi pasión completa.
Tráenos los acordes
de sublimes guitarras,
que van por “malagueñas”
fundidas en el tiempo
visceral de tus genes.
Erudita y muy noble
llevas esa simiente
de todo señorío
fiel a la donosura
de las tierras dilectas.
Relucientes las Torres,
fulgentes los Escudos,
bruñidos aldabones
espejean la Heráldica
leal de los valientes.
Málaga repartida
entre el sol y la luna,
me cobijen tus montes,
me seduzcan tus playas
y las olas me arrullen.
Mientras lleve conmigo
el calor de tus hijos,
pulsare esta lira
como fiel testimonio
de suprema Hidalguía.