Sol de Diciembre, parco, fútil, vago,
en vano tratas de cortar grisáceo velo
que la noche larga del invierno gélido
ha puesto espeso.
Danza furtiva de sombras recortadas
por la penumbra crujiente de unos leños
en la pared escueta de tu alcoba
giraba, giraba.
Música lánguida
dormida en los rincones,
postreros besos mordiendo los compases
y el turbio vaho gradual de los adioses
subía, quedaba.
Espera el lecho acurrucado en una esquina
por nuestras sombras, de muerte confidentes
y el himeneo sin fin de los fantasmas
tranquilo, silente.
Estocolmo 1964