La vida es como un toro
que se arranca de pronto
y mientras hay prestancia
la puedes esquivar.
Capotazo por aquí,
capotazo por allá,
con un lance y con otro
vas siguiendo el compas.
Pero las fuerzas faltan
y los derrotes siguen,
la mente reacciona
pero tu cuerpo no.
La cornada esta próxima,
iras directo “al hule”
en brazos de una cuadrilla
que se rinde al azar.
Que se abran los portones
de todas las barreras
y las enfermerías
mantengan su quietud.
Que la muerte no debe
asustar al maestro
y hasta los cirujanos
que claudiquen sin más!