Habría que escribir
la elegía más tierna
al verso encadenado
que no puede salir!
Un salir liberado
del cerrojo maldito
que le puso la mente
cuando quiso ser El.
Vivir desinhibido
con trazado de euforia,
asomos de rubores
y retales de luz.
Esa luz venturosa
que cobijan los mares,
cuando besan las nubes
que se asoman, sin más.
Sin otras pretensiones
que acariciar la espuma,
que cabalga en las olas
y el último confín.
Pueda ser que fracase
y sean infructuosos
mis intentos, luctuosos,
aun antes de nacer.
Pero sigo insistiendo,
cegado en el capricho
de que todas las rimas
debieran de latir.
Esas rimas autenticas,
cristalinas, veraces,
que manan espontaneas
de las plumas de Abril.
Ese mes :cortesano
de muchas primaveras,
luciendo tantas galas
que invitan a escribir.
Recuadro de unos versos
paridos sin esfuerzo,
que llegan irrumpiendo
a gran velocidad.
Porque son sensitivos,
primeros y postreros,
que reclaman airosos
tañer en libertad.
Libertad sin condiciones
ni rótulos que marquen:
callejas o senderos
por donde serpentear.
La poesía clama
por un alud de gozo,
que desborde prisiones
y deba de brotar.