OTROS POEMAS.
Caballo de la luna. (Al Abuelo Ricardo)
Caballo de la luna
transitas en la magia,
con tu galope largo
que sacude distancias.
Viniste vespertino
como potrillo blanco,
compitiendo con Venus
por un cielo de Mayo.
Un recuadro tan solo
a tus patas endebles
que buscan temblorosas
la luna como apoyo.
La luna primeriza,
tan nueva y novedosa
como las crines lacias
que luces relucientes,
a la vez que un lucero
rematado en la frente.
Ante el fanal del cielo
tu imagen se sumerge
en un vado que cruza
todo de un campo de estrellas.
Y vas fortaleciendo
cascos y extremidades,
con cada nuevo día
de la luna creciente.
Nada puede evitarlo
que fulja tanto
lustre a tu piel extendida
sobre trozos de noche.
Y ya vas cabalgado,
sin estribos ni brida
por un rayo de luna
que contigo se escapa.
Recorrido grandioso
sin linderos ni dudas,
pues toda la Galaxia
ha quedado a tu alcance.
La corte de cometas
atada va a tu cola,
barriendo la esfera silente del planeta.
Orientando los vientos,
regulando mareas,
dominas lontananzas donde las aves juegan.
Nada te inoportuna,
ni siquiera el acecho de un agujero negro
que presume ser de astifinas defensas
y fieras intenciones.
No, allí está tu paso
de rejoneo auténtico
de Cartujano puro,
para burlar airoso
la acometida rauda
del agujero negro
devorador de estrellas.
Porque tú eres excelso,
mucho más que los Astros
y el Cosmos infinito
no te esconde rincones.
Cuando la luna es llena
te entrega sus secretos,
que resplandecen fatuos
con tu poder supremo.
Entonces, al galope,
abres el firmamento
y ese celeste imperio,
hincando su rodilla,
se rinde a tu bandera.
Caballo de la luna
quien fuera tu jinete
y abrazado a tu cuello
soñar eternidades,
vivir esta quimera!