Sol de Venados (A Leonardo y Cristina)
Sol de Venados
abrazado a los cerros,
en este atardecer
que no quiere partir.
Sol de Venados
abrazado a los cerros,
en este atardecer
que no quiere partir.
Tu cuerpo venusino
se queda en mis retinas,
acotando la playa
bajo un sol delirante.
Recorro la playa
con paso inseguro
que, a todos mis años:
responde obligado.
Ni un solo rasgo,
no hay nada escrito
y esta pluma insiste
en dejar sus trazos.
Si la vida termina recorrido
que mejor que ponerla «en reversa»
y volver a las aulas y a las fiestas
cuando toda tristeza era perversa.
Rasgó la escala
de mi azul celeste
un relámpago de amor
que estallaste.
Luna llena deSeptiembre
otra vez eres mía.
Tras recorrer la noche
reluces rutilante
en este amanecer.
Se escurre un poema
de mis manos?
No! La poesía y su liturgia
permanecen vivas.
Unos pasos detrás
de haber jugado
con otros niños
a bellos acertijos.
Falta Poesía
entre tanta guerra.
Poder suplir balas por letras, granadas por palabras,
minas antipersonas
desactivadas por estrofas,
aviones que solo porten rimas…