Saltar al contenido

Oh Sol… emerges de ésta mar sonámbula,

que abre sus fauces de azul omnipresente

al oro rojo de tu faz antigua,

a un nuevo día de luz resplandeciente.

                                        

Veloz ascenso hacia unas pocas nubes

que aguardan tu abrazo enardecido,

habrán de esconderte breve rato

pues sigues tu camino …renacido.

 

Trazas, Oh Sol, un arco milimétrico

en el celaje marino que te espera,

viertes un chorro de amor sobre el planeta,

traes la vida a la Tierra entera.

Estepona 1998.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *