Deja que entre sollozos hoy me queje
volcando en el pecho soledades,
permite que los cantos enmudezcan
y esfúmense en el aire las beldades.
Siento que en éste instante me abandonas,
que nunca tus ojos me han mirado,
nostalgia y ternura se amontonan
llenando de recuerdos mi ser atormentado.
He de seguir el curso de la vida,
aún cuando solo ofrezca desengaños,
hacer de cuenta que nunca te he querido
borrar de mi pasado estos años.
Washington 1959.