Indudablemente la poesía no consiste en recordar o buscar palabras. No. Es un brotar inesperado e impetuoso que desborda y anega. O acaso una erupción, un movimiento telúrico y su correspondiente Tsunami. Podrá surgir, bien, mal o regular pero de una sola vez. No es el caso del novelista que dedica un día entero a escribir un capitulo e incluso, a veces descontento, al final del día lo rompe. Quien cree haber escrito un poema y no es así, lo rompe al cabo de tres minutos.
A mucha distancia de la música que constituñye el arte por excelencia, la poesía incide en uno de- sus aspectos capitales y que no es otro que "el tempo". La métrica de los versos es la manifestación musical de la poesía por sí sola. Cuando no ha sido tranformada a ser aria, canción, claro. Lo que da musicalidad al poema, independientemente de que pueda o no conllevar rima. Porque la rima por si misma no es la gran parte de un todo. En tanto un poema establece su naturaleza dentro de la misma métrica no depende de la rima. Si viene vendrá por si misma pero nunca forzada. Porque los versos, igual que las notas del pentagrama, vienen cuando vienen y como vienen. Y si así han venido, así tienen que ser. Lo cual no significa lógicamente, que quien las crea, músico o poeta no suela retocar algunas notas o palabras. Pero la fuerza y el sentido de la melodía salen de su cerebro tal cual.
Si nos detenemos en el poema Magos:
"Recuerdo el rio Nilo como un trago muy largo,
atravesando la tráquea de una ciudad inmensa,
bulliciosa, hirviente, suplicando respuesta
a su sed milenaria: fraguada en el desierto.
Arenas luminosas y hasta reverberantes
que regaron a tantos pero no a la Esfinge
que sigue imperturbable escrutando horizontes,
por ver si retornaran esos Magos de Oriente.
Esos reyes astrónomos que seguían cometas
como buenos augures de los cuerpos celestes,
tras un Alumbramiento profetizado en libros
que custodia, celosa, la gran Alejandría.
Biblioteca suprema: en tus aulas dejamos
rendido el intelecto a tu sabiduría,
solimos cabizbajos, sintiéndonos tan poco
pero a lo vez dichosos por haberlo vivido.
Hoy los niños de España se echan a la calle,
porque llegan los Magos cargados de regalos,
otra vez se interpreta el oro, incienso y mirra
que llevan en su sino los bienaventurados."
Comprobamos que apenas si se da una rima en la última línea y el resto del poema se sujeta y resalta por la fuerza de las imágenes que trasmite. Su musicalidad esta en el rio, en el desierto, en la Esfinge, en los Magos, en el Alumbramiento, en la Biblioteca de Alejandría y en los niños de España. Ellos transmiten la emoción y los sentimientos que nos llevan a escribir. Y acorde debe estar el mayor o menor agrado para quien lo lee. Porque leer poesía es compartir un intento por llevar belleza, ternura, alegría o tristeza , esperanza o desamor, según sea el "impronto" en cada caso. Pues al final, la poesía es un "impronto de la palabra" con o sin rima.