Léeme poesía
con tu voz pausada
que me suena a vida
cuando esta me falta.
Se va, lentamente,
más Tú: la detienes
con estrofas tiernas
que traen respiro.
Y ahondan mi pecho
con hálitos nuevos.
Ya siento que yace
otra vez un beso,
sobre el rastro seco
que ardía en mi frente.