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Poema – Veneno de Amar

Corta un iris, azul,

entre un cendal de nubes

que parecen no tener destino.

Y sin embargo el trazo penetrante

quiere mostrar que hay otra perspectiva.

De esa estoy hecho yo?

O es solo una ilusión cromática

que turba mi vista declinante.

Pues si belleza busca la materia

habrá de hallarla en las alturas,

donde moran todas las Deidades

y el se sol afana en encender milagros.

Allí Cupido recogió sus dardos

que tantos corazones padecieron

con el soplo del amor ambivalente:

que, aún cuando trae fuego reverente

también nos deja un rastro de veneno.

Esa pócima letal que nos persigue

más allá de las lindes de la vida.

Porque amar es un arte infinito:

que se reinventa, pero no se olvida!

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