Albricias
emerge un beso
entre tus labios breves,
trayendo nuevamente el deseo
de querer todavía!
De volver a enhebrar
la aguja fina
por el ojo del ayer soñado.
Resquicio de calor,
regresó hasta la lumbre,
con un día ardiera
con fulgor supremo.
Supremo esfuerzo
de sentir de nuevo
la susurrante queja
del orgasmo.
Revienta entonces,el corazón en preces,
repitiendo el conjuro milenario:
de hacer el amor….eternamente.