Desde el cielo vienes: siguiendo el cauce
con un murmullo leve de pasos breves,
surca aguas abajo tu “nacimiento”
que lo espejea el río que te precede.
Quien pudiera captar tu imagen de la corriente
para tenerte en brazos unos instantes ?
Y repetir el rito de una caricia
desde todos los puentes de sus riberas.
Uno habrás de cruzarlo, muy decidida,
para entrar en la casa que te recibe,
una presencia nueva trae alborozo,
afortunados ellos: los que te esperan.
Habrán de acompañarte todos los días,
como acompaña al Cam mi pensamiento,
para tender los hilos de mis amores
y cubrirte de besos en un momento.
Cambridge, Agosto 7, 2008