Como el agua de las nieves de Granada
prodigiosa poesía la lorquiana,
entrelaza metáforas perfectas
sinfonía de música sensual.
Nadie pudo, podrá o ha podido
concebir un verso tan sonoro,
tan sencillo, tan bello, tan preclaro,
como el bardo andaluz universal.
Pone luces en las sombras de las cosas,
brinda gloria a la muerte de los hombres,
deja risas en los juegos de los niños
y en las rondas de la noche estival.
Lleva notas a los coros y romances,
armoniosos acordes consensuados
por el toque vivaz de esa batuta
propiedad del artista más genial.
Hoy se rinde a tus piés toda la lírica
Federico, trovador de trovadores,
que la clara claridad de tu palabra
no supieron abatirla los fusiles.
(FuenteVaqueros Nov 19/1998)